sábado, 12 de marzo de 2016

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El día se hacía muy cuesta arriba. No se gustaba. Se odiaba por el simple hecho de existir, sentía que no encajaba con ninguna de los roles que el mundo le imponía. El látigo de la insensibilidad, la pasividad, el orgullo en exceso de los que le rodeaban le azotaba sin cesar y le magullaba su corazón dolorido. Le lijaban el alma, le obligaban a ser alguien que ella no quería ser, alguien perfecto, orgulloso de más, y ese perfil no encajaba con ella. No se sentía a gusto ni con ella misma.
Todas las tardes del verano las pasaba apoyada en la balaustrada observando los colores vivos de la puesta de sol, las nubes danzando caprichosamente alrededor de una pequeña esfera ardiente. Pero ya nada. Lo contemplaba y no le decía nada. Las formas azarosas que tanto le apasionaban de aquellas nubes se habían esfumado como el humo, ahora parecían de un color grisáceo apagado, y el sol no irradiaba tanta fuerza como antes. No había día que no le recordasen su mala forma de vestir, su...
"¿Qué pasa, pequeña?" 
Aquella voz era familiar, la reconocería en cualquier sitio.
"Me siento pequeña, inútil. No sirvo para vivir en este mundo".
"Eso no es del todo verdad. Mira, haz lo que te digo. Frótate con fuerza los ojos. Pero con mucha fuerza, no tengas miedo"
Ella hizo lo que aquella voz le pidió en su cabeza. Se los frotó, y en aquel vacío minúsculo que se formaba en sus ojos empezó a vislumbrar formas. Algunas fijas, otras móviles, tan caprichosas como aquellas nubes que miraba antes con tanto fervor. Parecían estrellas. Eso es, estrellas. Le palpitaban los ojos por habérselos frotado con tanta vehemencia. Intentó mirar más allá, salirse del simple marco de sus ojos para acceder al de la imaginación. Atisbó vagamente más estrellas, y más. Todas distintas, nuevas. No podía tocarlas, pero notaba cierto calor reconfortante a medida que las iba dejando de lado.
"¿Ves estrellas verdad? Son todas y cada una hermosas, brillantes y únicas, y hay muchísimas, más de las que tu vista puede alcanzar. Encierras dentro de ti un universo enorme, brillante, hermoso y único, como todas estas estrellas. Sólo tienes que dejarlo brillar".

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